Hacer de los hospitales, instituciones que contribuyen al cuidado y saneamiento ambiental, es también un objetivo de gran valor a escala humana y local, que promueve la salud integral de las personas y la comunidad.
En las Huertas Protegidas de los Hospiatles, se lleva adelante un proceso de compostaje a gran escala, rescatando los residuos orgánicos de la cocina de dichas instituciones para producir abono orgánico.
El objetivo supera las necesidades hortícolas de la huerta e implica la instrumentación de técnicas especiales, una logística adecuada y abre las expectativas para la producción de grandes volúmenes de lombricompuesto, posibilitando la generación de microemprendimientos, y permitiendo que quienes hoy son usuarios de los servicios de salud puedan empoderarse como emprendedores.
A partir de un convenio firmado con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), se realiza un seguimiento y análisis físico-químico y microbiológico del proceso de compostaje en todas sus etapas, consensuado a través de un protocolo de ejecución por los equipos técnicos de ambas instituciones.
De este modo, no sólo estamos iniciando mecanismos novedosos de procesos hortícolas terapéuticos, sino además, la posibilidad de producir compost como emprendimiento productivo, reciclando lo residuos orgánicos disponibles con el fin de generar suelo productivo para cultivar más y mejores alimentos, contribuyendo al cuidado ambiental, ya que los restos orgánicos, dejan de ser tratados como basura, convirténdolos en un recurso de nutrición con valor agregado.
Producir alimentos no sólo contribuye a una alimentación saludable sino que implica un desarrollo integral en la salud de las personas y mejora en la calidad de vida de la comunidad, y la preservación de un ambiente saludable.