La huerta familiar domiciliaria es una unidad productiva primaria en terrenos y predios familiares, para la producción de hortalizas, aromáticas, frutales, plantas medicinales, florales y ornamentales, elaboración de compost y/o lombricompuesto.

OBJETIVOS:
A) Fortalecimiento de la autoproducción de alimentos de las familias.
B) Puesta en valor de capital inmovilizado en la localidad (galpones, baldíos, predios fiscales, etc.), y potenciación del capital humano individual y social.
C) Socialización a partir de la heterogeneidad de grupos e individuos comprometidos en un proyecto común.
D) Fortalecimiento institucional en organizaciones intermedias con capacidades para sostener y multiplicar las experiencias.

USUARIOS:
A) Vecinos de los radios urbanos y periurbanos que requieren asistencia del programa para generar sus propios alimentos. 
B) Instituciones que desarrollan las huertas con distintos fines, educativos, recreativos, terapéuticos, comedores públicos y/o privados, etc.

PRODA EN CASA

Fue lanzado el 3 de abril de 2020 en San Patricio del Chañar, a tan solo dos semanas de haberse declarado a nivel mundial la pandemia por coronavirus. Luego PRODA en casa se extendió a 26 municipios y asociaciones de fomento de la provincia, llevando la propuesta de trabajar la tierra en las casas de familia para aprovechar el tiempo de aislamiento .

Hacer huerta, además de contribuir al desarrollo agroalimentario y a la salud de las personas, es una actividad que puede compartirse con todos los integrantes del grupo familiar, lo cual hizo más llevadero el contexto extraordinario de cuarentena.
De esta manera lo entendieron las intendencias que se sumaron al plan, ayudando en la logística de modo tal que los vecinos y vecinas de todo el mapa provincial, pudieran incorporarse sin abandonar sus domicilios.
Como una modalidad productiva afín a los protocolos sanitarios, más de 6 mil familias se sumaron a la producción de agroalimentos en el contexto del distanciamiento y aislamiento preventivo y obligatorio dispuesto a nivel nacional y provincial.

Pieza gráfica de archivo.

El plan PRODA en casa fue una pieza clave para dar respuesta a las necesidades agroalimentarias locales, diversificar la producción, aumentar la sensibilidad de la gente por cultivar sus propios alimentos y comer de manera saludable. Y en la situación de pandemia, se afianzó como una política pública de producción de alimentos, cuidado ambiental y alimentación saludable.

Semillas, plantines, invernaderos, seguimiento y capacitación continua…

La implementación del plan incluyó una serie de acciones que iban desde la entrega del suministro de semillas, sustratos, capacitación permanente por medios virtuales, seguimiento remoto de los procesos producticos, consultorios técnicos radiofónicos, producción de plantines e instalación de invernaderos en cada municipio, entre otras.
El PRODA implementó un sistema basado en tecnologías virtuales de comunicación y capacitaciones específicas para apoyar el desarrollo del plan y promover el conocimiento técnico productivo.
Además se elaboraron diferentes piezas didácticas en distintos soportes como videos, audios, presentaciones electrónicas, cartillas, y otros recursos digitales. Y en las radios municipales se emitió con una frecuencia semanal, un consultorio a cargo del equipo técnico del programa para resolver consultas o se dar información inherente a los procesos productivos y atender a las contingencias y geografía de cada localidad.

Al terminar la situación de aislamiento y distanciamiento, y flexibilizar los protocolos sanitarios, la población integrada al plan PRODA en casa, fue atendida a través de las diferentes modalidades de huertas urbanas, ya sea de tipo domiciliaria, como incorporándose a las experiencias de huertas protegidas, terapéuticas o educativas que tienen lugar en toda la provincia.